Sobre Bonaire

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Bienvenidos al paraíso

Como decimos aquí: "Bon bini a Bonaire"

Imagina Bonaire cuando te acerques por primera vez. Playas vírgenes y blancas rodeadas de un mar turquesa brillante, con palmeras tropicales que se balancean suavemente con los vientos alisios. Es un espectáculo casi sin cambios desde que los corsarios gobernaban estas aguas hace tres siglos.

El que Bonaire permanezca en gran parte intacto es cosa de su diseño. Porque no nos pertenece. Pertenece a las muchas generaciones que están por llegar. Al igual que nuestros abuelos, y sus abuelos antes que ellos, somos meramente administradores de la isla, protegiéndola para el futuro de la manera en que fue protegida para nosotros.

Es una responsabilidad que tomamos muy en serio.

Al gestionar cuidadosamente el desarrollo, hemos encontrado un delicado equilibrio entre el crecimiento económico y el mundo natural que nos sustenta. De hecho, fuimos la primera isla caribeña en proteger nuestros mares circundantes con un parque marino creado como parte de la Stichting Nationale Parken Bonaire (STINAPA) en 1962. Y actualmente lideramos el Caribe en cuanto a energía renovable. Gracias a la energía solar y eólica, estamos reduciendo las emisiones de CO2 y cumpliendo nuestra promesa de seguir siendo ecológicos durante las próximas décadas. La Reef Renewal Foundation también ayuda a que el Caribe se mantenga saludable durante décadas futuras cultivando nuevos arrecifes de corales como el cuerno de ciervo y el cuerno de alce.

Proteger nuestros recursos naturales tiene sentido para nosotros, ya que «It’s In Our Nature».

Mira Bonaire a través de los ojos de los locales en nuestro video.

Así que te invitamos a sentir el encanto de Bonaire. Siéntelo en nuestras aguas tropicales del Caribe. Contémplalo en nuestra belleza natural prístina. Siéntelo en las cálidas sonrisas de nuestras gentes. Piérdete en el romance de los vientos alisios y nuestros idílicos cielos azules durante todo el año. A medida que te ajustas a nuestro ritmo tranquilo, la prisa de la vida cotidiana desaparece. Aquí no hay plazos. No hay semáforos. No hay bullicio. Hay simplemente la libertad de elegir cómo pasar el día.

Una visita a Bonaire es una experiencia que tardarás en olvidar. Porque como solemos decir: «Una vez visitante, un amigo para siempre».

Mira Bonaire a través de los ojos del viajero en nuestro video.